viernes, 5 de marzo de 2010

Una Fabulilla al año no hace daño



El chiquejo, el burro, el amo y la fuente. Llegó una tarde a un pueblo un anciano de barba blanca que poseía un burro cargado con alforjas y se dedicaba a la venta de las mejores navajas de la Comarca. A él se acercó un chico de aspecto juvenil y le dijo: ¿Porqué saca la lengua el burro?.Parece que tiene sed. No le pasa nada, le respondió el anciano. Pues yo pienso que tiene sed, volvió a replicar el chaval. Además solamente pruebe, tiene una fuente a 20 metros detrás de aquel chopo. Si no tiene sed no beberá. Déjame en paz chaval yo soy mas experto que tú, tengo más experiencia y se lo que tengo que hacer. Aun no había terminado de decir estas palabras cuando el burro es deslomó sobre sus patas. El resto de la historia mejor no contarla.
Cuando la lógica y la obviedad supera a la soberbia solo cabe plegarse, escuchar y actuar en consecuencia. La edad te da experiencia no la razón.

Carlos